Carta a una hija...Dedicada a mi amada Laura.

Esta vida…hija mía… no es el principio, ni el fin, es una parte de la vida, un trecho, único visible ahora del camino. Quiero q lo alfombres con todo lo q eres tú, transformándolo en el sendero de la sabiduría.

Acepta esta existencia tal cual es, gózala, nada hay insignificante para ti. Cumple, al vivir en el mundo, la voluntad de Dios q en él te puso. Escucha al cuerpo entero, no al cerebro solamente. Vive con plenitud cada momento y cada minuto. Concentra la atención en cada acto q realices, cualquiera sea, por insignificante q parezca. No engañes tus necesidades, ni disfraces tus sentimientos. No tengas pereza por nada. No te canses del miedo de cansarte. Vigila tu imaginación, su poderío es casi ilimitado sobre ti, úsalo sabiamente. No discutas, ni hables sin propósito. Acepta apaciblemente la disparidad de opiniones. Necesitas tu energía para otros fines. No pretendas ser o hacer más q los otros, ello puede resultar, pero “no era” lo q tú te proponías. No quieras ser siempre el primero en quejarte, en pasar, en exigir, en protestar. Llénate los bolsillos de serenidad, de valor y de confianza, para usar de todo cuando te sea necesario. Recuerda siempre q aprender es rectificarse, aleccionarte, arrepentirse y prepararse. Dale a tu alma su aliento, su oportunidad para crecer y fortalecerse, dale su hora de soledad y silencio cada día, en el silencio y en la soledad descubrirás el secreto para aumentar y consolidar tu dicha. Para tu dicha..hija mía… levántate con el sol y traza el plan de tu día. Ten una sonrisa y una palabra bondadosa a tiempo. No des a quien no merezca. Para corregir al malo, elogia ante él lo bueno. Avanza en línea recta hacia tus fines. Prepárate…hija mía.. para vivir un día o diez mil días. No esperes al porvenir, avanza hacia él. Te aseguro q llegarás a donde quieras. Te aseguro q puedes lanzar certeramente tu ser como a la flecha, desde el tenso arco de tu voluntad, q irá adonde pongas la mirada. Te aseguro q nada de la tierra ni del cielo se opone a tu destino. Tu destino es llenar, andar, sembrar. Los días de tu existencia están contados, no sabes cuantos son, mas sabes q están vacios y has de llenarlos. No puedes estar inmóvil. De cada punto a donde llegas parten muchos caminos. Tú eliges el tuyo en cada paso. Cada uno de ellos es una afirmación y una decisión.

Cada hombre nace delante de un *Erial. Cosechará lo q siembre. El erial q encontré queda sembrado para ti. Si con mi siembra no te sientes más feliz, para q habré sembrado? Si no arranqué siquiera una espina de tu alma, para q habré vivido? Recoge mis palabras!!

Sólo debo pedirte q me superes en rectitud…y si algún día callo…no dejes de escucharme… y si algún día falto…sigue tu camino q yo te acompañaré.. y me sentirás a tu lado…amándote siempre hija mía.. Att.Tu mami.

*Erial: Tierra no cultivada, q espera todavía la dedicación del hombre para entregarle su fruto.